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Periodista radiofónica ultimando su crónica / RNE
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La entrevista, el reportaje, la opinión, la crónica,… El uso de los distintos géneros en radio da vida a nuestros contenidos radiofónicos. Por eso, en Hablemos de radio queremos darte las claves para que distingas un género de otro pero, sobre todo, para que sepas qué pasos seguir hasta conseguir contar eso que está pasando a tu audiencia de una manera determinada.
Por su parte, la crónica radiofónica es un género basado en el monólogo, en el que
el periodista, en calidad de testigo, describe y narra hechos y acciones en su
contexto, desde una perspectiva individual y utilizando los recursos del medio
radiofónico. El cronista persigue en primer lugar informar y en segundo lugar,
interpretar.
Características
El contenido sonoro es una de las carcaterísticas que definen este género. El periodista debe
proporcionar imágenes sonoras que ayuden a recrear la realidad que describe y
narra. Nos referimos, por ejemplo al sonido ambiente.
Por otra parte, el lenguaje ha de ser directo, enfatizando
el momento presente y es muy aconsejable la inclusión de anécdotas y
curiosidades, que prestan color y relieve al relato.
Otras características son el predominio de la palabra, el
estilo coloquial, la transmisión desde el lugar de los hechos, la emisión en
directo y la escasa duración (desde 30 segundos hasta 2 minutos).
Cómo hacer una crónica
Lo primero es documentarse bien e incluso, si puede ser, es importantísimo acudir
al lugar de los hechos. La información conseguida debe ser organizarse para que
sea útil. Una vez en el sitio, debe dialogar con protagonistas o afectados,
observar los hechos y escenarios,
contactar con las fuentes oficiales…
La estructura
Debe haber arranque o apertura, desarrollo, cierre y
continuidades. El arranque debe situar la crónica y captar la atención del
oyente.
El desarrollo debe contextualizar los hechos, mostrando sus
antecedentes y consecuencias y presentar a los personajes.
El cierre, como
siempre en la radio debe ser rápido y redundante y debe incluir un enlace de
continuidad con el que programa en el que va incluida la crónica.
El estilo
El estilo de la crónica se basa en el predominio de la
palabra hablada, la forma coloquial y la presentación en primera persona.
La
palabra hablada se guía por los principios de claridad, brevedad, coherencia
lógica y redundancia útil, ya que como el texto radiofónico es extremadamente
fugaz y la memoria auditiva tan frágil, se hace necesario reiterar el "qué" de la
noticia.
La forma coloquial implica la utilización de un lenguaje directo y
desenfadado y de un vocabulario común y lleva a una relación de proximidad y
familiaridad con la audiencia.
La presentación en primera persona hace posible
que el cronista elabore un estilo personal con la elección de las palabras, el
ritmo o el empleo de las descripciones.
La puesta en escena
Al incorporar en la crónica citas y cortes de voz hay que
procurar respetar el sentido original y el contexto en que se produjeron. Las
citas se presentarán en estilo indirecto y a través de un verbo introductorio,
que debe ser el más adecuado para el caso. Tampoco conviene repetir siempre los
mismos verbos, sino que hay que ir variando.
En los cortes de voz, se debe utilizar un enlace, es decir unas palabras
que unan una parte del reportaje con el corte de voz que se va a escuchar.
El periodista puede decidir sobre el terreno si quiere
incluir en su crónica sonido directo como el sonido ambiente y los testimonios
en directo. El sonido ambiente es interesante incluirlo en el arranque de la
crónica para “fijar el escenario”, pero luego debe desaparecer para no fatigar
al oyente. Los testimonios en directo deben
entrar en antena y cerrar en un plano de fondo o segundo plano.
Las
variaciones tonales son una buena herramienta para añadir ritmo e interés a lo
que estamos contando: hay que utilizar un tono bajo para dar paso a un
testimonio y otro más alto para retomar con seguridad y autoridad la crónica.
Si te entras con alguna dificultad técnica, lo más
importante es actuar con naturalidad. Es recomendable comprobar el equipo
técnico durante la fase de preparación y una segunda vez ya sobre el terreno y
tener además un “plan b” para comunicarse con la emisora.
Por último, hay que prestar atención al ritmo, que se
construye a través de una buena estructura y una locución cuidada. Cuando la
crónica es abierta e incluye preguntas o comentarios del presentador del
programa, se deben limitar estas intervenciones. Preguntas y respuestas deben
estar previamente pactadas. Y cuando la crónica es periódica, se ha de incluir
siempre algún aspecto nuevo y de primera mano para que el oyente no vea
defraudadas sus expectativas.
muy interesante.
ResponderEliminarMe gusta mucho este trabajo. Felicidades a la autora. Les deseo éxitos a todos. Yo soy una periodista cubana que escribe para el Portal de la Radio Cubana en Internet. Me parece muy interesante su página. Hasta luego...
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